En lo que va del año han trascendido en los medios de comunicación distintos casos de niñas embarazadas víctimas de violaciones sexuales. Si bien el aborto terapéutico está permitido en nuestro país desde 1924, cuando la vida de la mujer esté en peligro o su salud se vea amenazada de gravedad, todavía estas niñas, al igual que muchas otras ciudadanas del Perú, no pueden acceder a la posibilidad de decidir sobre la continuación de la gestación en estos casos extremos, pues la norma todavía no ha sido implementada en el servicio de salud público.

Desde Lo Justo llamamos la atención precisamente sobre la falta de un protocolo que regule la práctica del aborto terapéutico. Esta situación constituye un grave atentado contra los derechos fundamentales de las mujeres gestantes cuya vida y salud se ve en riesgo. Es más, la ausencia de una regulación efectiva en el servicio de salud público significa en la práctica que sean las mujeres con escasos recursos las principales afectadas, puesto que no pueden acceder a consultas médicas privadas. Esto atenta contra el valor equitativo de los derechos fundamentales, y representa una doble discriminación.

Para casos en los que el embarazo es resultado de una violación sexual, más aún si se trata de niñas, el riesgo para la salud mental de la víctima es virtualmente imposible de sobreestimar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”, definición formal suscrita por el Estado peruano. La falta de un protocolo que regule el aborto terapéutico deja al criterio de los profesionales de la salud de turno evaluar la pertinencia del procedimiento. En muchos casos, únicamente se considera el riesgo a la integridad física de la paciente, ignorando el daño a la salud mental de la víctima, o a su condición social.

Por las razones mencionadas, creemos que  la elaboración e inmediata implementación de un protocolo de atención de aborto terapéutico (para víctimas de violación sexual, o cuando la salud física de la mujer corra un riesgo considerable), como es exigido por la Naciones Unidas, y tal como fue prometido por el actual Presidente de la República, Ollanta Humala Tasso ("La Gran Transformación", 7.3.2.c), debe ser prioridad del actual gobierno.

Vean nuestro reportaje:

Saludamos, del mismo modo, iniciativas como ésta: Protocolo de Aborto Terapéutico ¡Ahora! en Perú.