El miembro del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo de Colombia, Eduardo Carreño, señaló que la situación general de los Derechos Humanos en Latinoamérica ha mejorado, sin embargo enfatizó que aún queda trabajo por hacer.

"En primer lugar la impresión es que la situación de Derechos Humanos ha mejorado y se va avanzando en procesos de justicia en diferentes países", agregó y resaltando los ejemplos de Brasil - en dónde se están llevando juicios en base a la Comisión de la Verdad- y de Uruguay - en el que se da cumplimiento a los fallos de la Corte Interamericana.

Sobre la Masacre de Mapiripán en Colombia, el abogado especialista en Derechos Humanos indicó que los militares prestaron dos aviones para llevar a cerca de noventa paramilitares a la región para que cometan los abusos.

Lo que hacen los militares es facilitar que los aviones trasladen a más de 90 paramilitares. Hay una complicidad por parte de la Fuerza Aérea, que controlan los radares, para no informar de estos vuelos. Ellos entran y salen libremente de aeropuertos controlados por las Fuerzas Armadas.

La Masacre de Mapiripán, ocurrida en 1997, costó la vida de más de 49 civiles de esta región. Los abusos fueron cometidos por los enviados paramilitares de Carlos Castaño en complicidad de efectivos del ejército.

La justicia colombiana condenó a cinco militares a 37 años de prisión, mientras que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en 2005, obligó al Estado a pagar más de tres millones de dólares a varios de los familiares de 20 víctimas, las que fueron identificadas hasta ese momento.

Sobre la situación general de los Derechos Humanos en Colombia, Carreño denunció que los defensores de estos son objetivos de los paramilitares y muchas veces tienen que acudir a agentes internacionales para que los protejan.

"Esta es una realidad entro del conflicto. Creemos que en términos de justicia estamos avanzando. Tenemos cerca de 1500 militares presos y condenados. No se puede retroceder", finalizó.